lunes, 7 de septiembre de 2009

tonterías varias...

A veces he pensado que realmente soy muy tonta. Una lástima supongo, pues estropea todo lo que he creado hasta ahora. Me pregunto a veces cuál es la razón de tal comportamiento… acaso no me han tratado bien… acaso no es que no me hayan hecho nada malo… entonces ¿porqué?

La noche ya estaba entrada. Solo conseguía oír el ventilador de mi ordenador. Más allá… nada.

Mi respiración era bastante pesada y costosa. Miraba una y otra vez la pantalla esperando… esperando… pero nunca pasaba nada. Cuando mi razón entendía esto mandaba algunas lágrimas a mi ojos sin la suficiente fuerza de convertirse en llanto… pero allí estaban, allí, en las comisuras, brillaban.

Blanco…

…en blando estaba mi mente, por momentos me parecía estar fuera de mí… estar muy lejos y a la vez en ningún sitio. Quería por una vez que mi mente fuese a mil, que pensase una y mil veces las cosas pero no me venía nada. Solo palabras vacías, tristes y desesperadas.

Sabiendo el origen de mis males lo más lógico sería corregirlos. Sin embargo... yo era la personificación de aquel dicho... "el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces...". Y allí estaba yo... cayendo una y otra vez... ¿es qué acaso no sabía de sobra que a esa altura del camino se hallaba la piedra? ¿es qué no lo sabía?. Lo sabía, claro que sí y aún así una y otra vez tropezaba. Creo sin duda que si no lo soy me falta muy poco para ser la persona más torpe del mundo...

Caía... y en el suelo miraba desde cuan alto había caído... y lloraba... lloraba a veces sin control, a veces sin remedio, a veces tragándome las lágrimas y muchas veces luchaba porque no saliese si una lágrima. Apenas lo conseguía. Y entonces venía a mi otro refrán de esos que enseñan mucho pero que en ocasiones parecen estar hechos para ti, para meter el dedo en la llaga: "no llores sobre la leche derramada...".

Otro refrán y otra tomadura de pelo. Yo parezco en varias ocasiones ser el colmo de los colmos... la excepción que confirma la regla.

Una vez en el suelo parezco salir de mi misma y mirarme desde fuera. En esas ocasiones me observo, me examino en busca de eso que está mal. Casi siempre lo encuentro. Vuelvo entonces a tomar las riendas. Me paro con los pies bien plantados. Me preparo, me doy ánimos y hay veces hasta que me armo para encarar lo que el camino me traiga.

Lo malo... es que sé que por fuerte que sea mi armadura siempre puedo encontrar una piedra que me haga caer... No me importa. Ya no me importa. No pienso quedarme mirándome. No pienso detenerme. No quiero detenerme.

Aunque me caiga mil y una vez... me levantaré.




((Relato encontrado en mi peke-ordenador. Encontré la mitad de lo aquí escrito.

No me acuerdo del momento exacto en que lo escribí pero si me imagino más o menos que es lo que me había incitado a escribirlo.

La segunda parte no se si está bien ligada... se nota, quizás, demasiado que en una mi ánimo era negativo y luego positivo... bueno... he de reconocer que me gusta escribir cosas tristes pero este en concreto me daba la sensación que debía de acabar de otro modo.

Espero que os guste.

kisus!!!)))

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