Caminando por el bosque,entre flores vi que habíauna carta ensangrentada,de cuarenta años hacía.Era de un paracaidistade la Octava Compañíaque a su madre le escribíay la carta así decía:Madre, anoche en las trincheras,entre el fuego y la metralla,vi a mi enemigo correr,la noche estaba cerrada.Apunte con mi fusily al tiempo que disparabauna luz iluminóel rostro que yo mataba.Clavó su mirada en mí,
con sus ojos ya vacíos.
¿Madre sabe a quién maté,
a qué soldado enemigo?Era mi amigo José,compañero de la escuela,con quien tanto yo juguéa soldados y a trincheras.Ahora el juego era verdady su cuerpo yace en tierra,madre, yo quiero morir,ya estoy harto de esta guerra.Y si te vuelvo a escribir,tal vez sea desde el cielo,donde encontraré a Joséy jugaremos de nuevo.Dos claves en el aguano se pueden marchitar,dos amigos que se quierenno se pueden separar.Si mi cuerpo fuera plumay mi corazón tintero,con la sangre de mis venaste escribiría un "Te quiero".
miércoles, 2 de marzo de 2011
Madre, anoche en las trincheras...
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